REVOLUCIÓN CULTURAL

"En el mundo actual, toda cultura, toda literatura y arte pertenecen a una clase determinada y están subordinados a una línea política determinada. No existe en realidad, arte por el arte, ni arte que esté por encima de las clases, ni arte que se desarrolle paralelo a la política o sea independiente de ella. La literatura y el arte proletarios son parte de la causa de la revolución proletaria en su conjunto; son, como decía Lenin, engranajes y tornillos del mecanismo general de la revolución." - Mao Tse-tung

jueves, 5 de marzo de 2020

Una correcta Critica a Parásitos




Una lectora de Revolución Obrera nos ha hecho llegar sus opiniones sobre la reciente película Parásitos que fue muy premiada en los pasados premios Oscar. No existe el Arte por el Arte, no se puede concebir en una esfera ajena a la política, y por ello es muy importante promover la crítica que contribuya a su análisis desde el punto de vista de las clases sociales. El arte influye e inciden en toda la sociedad y dependiendo del punto de vista de clase, será arte de avanzada, revolucionario o retrógrado.
Invitamos a todos nuestros lectores, artistas y críticos de las expresiones artísticas, a utilizar esta tribuna para contribuir a elevar el nivel cultural de la clase obrera y llenarla de combatividad, para polemizar con las diferentes corrientes ideológicas que han enfatizado en que existe y se puede hacer arte sin tomar partido, compartir las experiencia y los trabajos que tengan; en fin, utilicen esta tribuna para que el arte esté al servicio del pueblo.
Revolución Obrera
¿Parásito quién?

Parásitos es “la primera película en lengua no inglesa que gana el Oscar a mejor Película”. Bien concebida, con locaciones construidas desde cero de acuerdo a los requerimientos de la historia, donde cada evento está encajado a la perfección, pero que en el fondo esconde su veneno.
No es raro que películas como estas aparezcan en esta época de ascenso del movimiento social a nivel internacional, tampoco que la burguesía le dé premios a este tipo de producciones que hacen ver a la clase obrera como los parásitos de la sociedad, y no es raro porque este es un sistema en el cual el arte tiene su sello de clase y para los verdaderos parásitos resulta conveniente voltear la arepa y explotar comercialmente la vista superficial y burguesa de cualquier situación tras el velo de una falsa realidad.

La cinta con un toque de humor negro, cuenta la historia de una familia de abajo, que vive en un sótano como cucarachas, (incluso hace referencia a esto en algunos diálogos), están sin trabajo y valiéndose de tretas, uno por uno invaden a una familia; el punto más alto de las escaleras, en que la mamá, una mujer inocente e ingenua, es quien toma todas las decisiones.

De esta manera, la película presenta a los obreros como parásitos que se meten en todo con triquiñuelas solo por conseguir dinero; obreros que se llenan de resentimientos y odios contra una familia burguesa víctima, que odia el olor a pobre, lo que por cierto se muestra reiteradamente. Son entonces estos obreros, una plaga que invade y acaba con todo lo que puede aun sin que la familia burguesa sepa que están allí, y no solo invaden todo lo que pueden sino que, además son insolidarios y competitivos con su propia clase, extremos escondidos tras el velo de una supuesta realidad que se vive en este caso en Corea del Sur.

He ahí el veneno de la nueva película ganadora del Oscar; mostrar las condiciones inhumanas en que vive una gran población del mundo, no necesariamente mostrando la realidad, máxime cuando es del todo irreal que los obreros tengan como costumbre sobrevivir a costa de otros. No se puede estar de acuerdo con que las clases trabajadoras somos parásitos ni mucho menos asesinos resentidos sin el más mínimo asomo de solidaridad, los obreros en el mundo somos una mayoría unida, solidaria luchadora y creadora, que en lugar de ser parásitos somos los que producimos todo. Parásitos los burgueses y su séquito de vagos que viven de nuestro trabajo, y en realidad van tras su sed de ganancia pasando por encima de lo que sea, pueblos enteros si se quiere.

No puede pensarse que mostrar la lucha de clases en la sociedad, sea sinónimo de mostrar lo que en realidad sucede en este sistema. Lo real es la superexplotación por parte de burgueses, terratenientes e imperialistas hacia la gran mayoría de la población, que entrega su fuerza de trabajo a cambio de condiciones de subsistencia cada vez más paupérrimas.

Sumado a ello, si una familia obrera se encuentra sin trabajo, no es porque sea su deseo, sino porque el desempleo hace parte de las consecuencias mundiales de la crisis capitalista, que también carga el proletariado sobre sus espaldas. Somos obreros y sabemos que antes de maquinar elaborados planes para despojar a una familia burguesa de sus pertenencias, rebuscamos la forma de sobrevivir, con las ventas informales, con el rebusque en el transporte público e incluso con la solidaridad de los hermanos obreros activos, que son quienes realmente sostienen al gran ejército de desempleados bajo el capitalismo imperialista. Esa es la verdadera realidad del proletariado en todo el mundo. 
Hoy más que nunca se requiere de la genialidad del arte proletario que exprese no solo con veracidad sus sentimientos, sino muestre el camino de su liberación; es hora de que el arte se ponga al servicio del pueblo; en muchos rincones del planeta estarán los Bertolt Brecht, los Víctor Jara, los Einsenstein, los Kirk Douglas que lleven a cabo esta misión.

Lectora de Revolución Obrera

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