Mensaje de un obrero metalmecánico que nos ha permitido publicar en nuestro blog, voluntario en la cuarta linea de apoyo y primeros auxiliios en los grupos que hacen frente a la represión del Esmad en las jornadas del Paro Nacional. Unas palabras, como nos dice él, son para las madres, como un homenaje a ellas que lloran a sus valientes hijos muertos a manos del Estado asesino, considerados vándalos por levantarse contra la opresión y romper el silencio de la resignación.
Madre mía:
Esta noche saldré a las calles
 de una ciudad consumida por la ira y el odio, está noche la 
efervescencia de los hechos reclamaron mi voz para gritarle arengas a 
los asesinos de la patria, sí madre, a esos que alguna vez yo vi con 
respeto y admiración, a esos que con el pasar del tiempo fueron 
construyendo en mi ser ese fastidio que hoy me hace verles como 
enemigos.
Ya sabes de cuales hablo ¿no? Esos mismos que se 
escudan tras el «DIOS Y PATRIA» un Dios que no conocen, una patria que 
no sienten y un arma que apuntan contra el pueblo, mientras entre 
vidrios rotos y llantos de madres estos hombres que protegen…al gobierno
 quieren imponer por encima de todo la fuerza antes que la justicia, 
¡salgo por todos y cada uno de los que ellos juraron proteger y 
terminaron matando!
No madre, no conocía a todos los que han 
caído, apenas sé dé ellos que eran jóvenes como yo y su sangre sirvió 
para lustrar las botas de los héroes de la patria, esa sangre que se 
regó en las calles, mancho los cañaduzales y salpicó a toda Colombia.
Madre
 no me pidas que no salga, yo también escucho los disparos y huelo la 
sangre en el ambiente, la imagino correr por el borde del andén en busca
 de alguna alcantarilla, perderse en la falta de empatía de Colombia y 
llegar al océano de desinformación creado por los medios, esos medios 
que te mienten madrecita.
Apaga ese televisor y asómate a la 
ventana, ¡es está compita! la realidad de mi país y debo estar en la 
realidad, debo luchar en ella y no perderme en callejones de 
conformismo, debo salir a la avenida grande, donde todos ellos están, 
¡Si! Ellos mis compañeros vándalos que son los que ahora veo con 
respeto, son los que quiero seguir y son con los que quiero luchar o 
caer si así fuera.
¿Que por que les llamo vándalos? No se madre, 
así les dicen todos y yo creía que vándalo era el que robaba madre, el 
que esperaba la oportunidad para llenarse la geta de mermelada, y 
limpiarse las sobras con el dinero para los pobres, pero a ellos les 
llaman políticos, doctores ministros y presidentes, y sí a ellos se les 
derrumbó un puente y se les agrietó un represa, no creo que unos cuantos
 edificios les importen, pero creo que hay que dejar un mensaje para las
 futuras generaciones.
Sí madre, hay que quemar los CAI pues allá
 solo violan, matan y torturan, si esas paredes representan esa 
institución, yo los quiero demoler…
No llores madre, que si mi 
cabeza ha de recibir el metal caliente escupido por el arma que el 
libertador les pidió no apuntar contra mí, yo la recibo sin miedo, miedo
 deben sentir ellos porque la alcantarilla ya reboso y mi sangre no será
 ignorada, no moriré entre callejones, no moriré solo, ¡moriré como 
vándalo en la avenida grande!
Diego Armando Duque
IG: @armando.duque.37
«Es grato para mí enviarles el texto original, «revolución obrera» precisamente me siento identificado porque a pesar de lo que se vea en mi, soy obrero, metalmecánico y soldador, y precisamente es revolucionario que un obrero escriba«.
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